Padre hasta aquí me has traído,
Meramente por tu gracia,
No por habermelo merecido.
Tu levantas al debil,
Y das fuerza al caido,
Traes Fe y Esperanza,
Donde nunca se ha oido.
Tu presencia de mi lado nunca se ha ido,
Aun enmedio de mi descuido,
Tu gracia y favor me han protegido,
A este Impio tu gracia ha favorecido,
Un amor como el tuyo no tiene parecido.
Quien a tu reino ha pertenecido,
Y a ti señor en verdad ha temido,
A tu señorio vive sometido,
Y en tu verdad ha permanecido
Por eso aveces pareciera que del mal no me cuido,
Pero no es negligencia, ingenuidad o descuido,
Simplemente vivo convencido,
De que a pesar de que no lo he merecido,
El creador todopodersoso va conmigo.
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